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Consejero Regional Alejandro Díaz constató medidas adoptadas por la Dirección del Liceo A-1 para asegurar el retorno del alumnado a clases presenciales

Alertado y preocupado por mensajes de padres y apoderados del Liceo A-1 “Octavio Palma Pérez” -dependiente del Servicio Local de Educación Pública ( SLEP) “Chinchorro”-, que señalaban que la suspensión de clases desde el pasado jueves se debía a que el sistema de agua potable acusaba impurezas, el Consejero Regional y Presidente de la Comisión de Educación del CORE, Alejandro Díaz, junto a su par Mario Luza, se constituyeron en las dependencias del establecimiento, con el fin de despejar dudas y escuchar del director del establecimiento, Juan Jordán, la veracidad de los hechos y las medidas aplicadas, oportunidad en que estuvieron presentes representantes de la Superintendencia de Educación y del SLEP.

Jordán explicó que debido a que el sistema de distribución de agua potable -que dependen de estanques de almacenamiento-, estuvo inactivo en los primeros meses, y al constatar la existencia de impurezas, resolvió en forma preventiva suspender las actividades hasta este martes, avalado por la autoridad sanitaria que constató la efectividad de las medidas aplicadas. “Hemos adoptado una medida preventiva en forma inmediata. No podía exponer a nuestra comunidad educativa a una situación que pudieran complicar sus actividades”, aseguró a ambos consejeros.

Al respecto, Díaz, nos obstante recabar los antecedentes proporcionados por el directivo y cerciorarse de las acciones adoptadas, manifestó sus reparos. “Si bien nos han asegurado que el tema se normalizará en las próximas horas, ¿qué pasará si sale agua turbia estando los alumnos de vuelta y la consumen? ¿Qué pasa si se produce una infección en ellos? Por lo tanto,  les he hecho ver que se debió hacer una inspección de los estanques de almacenamiento con semanas o meses de anticipación y no adoptar medidas de último momento”.

Ambos consejeros, Alejandro Díaz y Mario Luza concordaron en que es necesario el monitoreo respecto del flujo de agua potable, el testeo periódico hasta que esté todo normalizado, además, de sugerir un trabajo acabado en el tema del mantenimiento de los estanque que alimenta al establecimiento, considerando la revisión de membranas y filtros, porque no cabe que un sistema nuevo ya arroje problemas de esta índole, independiente a su no uso por éstos meses, el que se surte de las matrices de propiedad de la sanitaria local.