La festividad se lleva a cabo en cada pueblo de la región y cada uno de los lugares utiliza una de las más de medio centenar de cruces bendecidas en la misa.
Con procesión y cantos, la comunidad de San Miguel de Azapa conmemoró la muerte y resurrección de Cristo. A la misa que da inicio a las celebraciones de las Cruces de Mayo, festividad que es celebrada en cada uno de los pueblos, asistieron alrededor de 200 personas.
La iglesia del poblado se repletó de fieles venerando a la cruz, una fiesta de tradición familiar que congrega a toda la comunidad católica y que fue apoyada por la Municipalidad, a través de la Oficina Afrodescendiente.
“Compartimos en un espacio muy necesario de la espiritualidad y la cultura de nuestra ciudad, contento de haber participado y agradecido de que nos consideren como Municipalidad para esta importante celebración que comienza ahora en mayo”, expresó Gerardo Espíndola, alcalde de Arica.
Más de 50 cruces fueron bendecidas por el párroco de la capilla del poblado, hasta donde llegaron cruces afrodescendientes, de poblados como Putre, entre otros.
Monseñor Moisés Atisha, obispo de Arica, se refirió a la festividad como una instancia de mucha fe y devoción hacia la cruz.
“Nos pone en sintonía con el misterio mismo de la fe, que lo hemos celebrado hace poquito tiempo, en Semana Santa, donde recordamos que, del madero de la cruz, surge, brota la salvación para todos nosotros. Hay que seguir al señor, que murió y resucitó y que la cruz nos es signo de derrota, sino que signo de triunfo”, señaló el prelado.
Fieles
Una de las festividades más arraigadas en el valle de Azapa, pre cordillera y cordillera, es una forma de bendecir los terrenos. Se trata de una conmemoración enriquecedora, una tradición que va de generación en generación, un legado que va quedando arraigado en las familias.
“Esperamos todo el año para esta celebración, es tan emocionante porque son nuestras tradiciones, nuestras costumbres y es algo que nos heredaron nuestros antepasados, entonces tenemos que seguir con esto y es lo más hermoso que hay”, indicó Gina Ríos Espinoza, presidenta de las Cruces de Mayo afrodescendientes.
Historia
El origen de la Cruz de Mayo se remonta a la conquista española. Como los misioneros desconocían la lengua de los nativos, carecían de imágenes y no tenían suficientes predicadores, hicieron uso de la cruz y elementos locales para difundir el mensaje cristiano.
La cruz era de fácil construcción y se ubicaba en un sitio visible para la comunidad a evangelizar: cerros, intersecciones de caminos u otros espacios concurridos. Allí se administraban los oficios religiosos.