Al conmemorar medio siglo del Golpe cívico-militar en Chile, el Presidente Gabriel Boric ha extendido a la totalidad de partidos políticos, la invitación a firmar un compromiso de futuro, que ponga en el centro el resguardo de la democracia, los DDHH y el cuidado de sus instituciones.
Con ello, y a pesar de toda la información ampliamente conocida sobre las atrocidades experimentadas en nuestro país -asociadas directa o indirectamente al Golpe de Estado y a los 17 años de terror que lo acompañaron- aún existen sectores de la oposición que titubean si comprometerse actualmente por cuidar la democracia y los DDHH, develando posiciones ideológicas sin autocrítica actuales que poco aportan al porvenir y al bienestar del país.
Lo hemos dicho antes: la democracia es un ejercicio constante, una construcción colectiva que no está garantizada y que debemos cuidar extendiendo a cada rincón de nuestra patria. Comprometerse por la democracia es mirar al futuro con esperanza, es avanzar junto a quienes esperan que el Estado no los abandone.
Es por eso que el centro de nuestro Gobierno radica en comprender que las organizaciones sociales construyen un mejor futuro no por ser una mera trinchera ideológica, sino por su contribución irrestricta a la democracia, un futuro en el cual los anhelos de aquella ciudadanía organizada orienta el quehacer estatal. Estas voces deben estar presentes, nunca dejar de ser escuchadas, ni menos acalladas por alguien.
¿Es necesario seguir hablando sobre esto 50 años después? Siempre que exista relativización o justificaciones sobre las atrocidades ocurridas, será necesario insistir en que el compromiso por la democracia y los DDHH es un mínimo común que debería guiar la política y nuestra convivencia. La invitación del Presidente es esa: definamos hoy lo que va a marcar la ruta del país en los próximos 50 años.
Nicolás González Gutiérrez
Secretario Regional Ministerial de Gobierno
Arica y Parinacota