La forma más efectiva de prevenir el cáncer es el control regular. Por ello es importante entender a quienes afecta de forma más frecuente. Tal es el caso del cáncer de próstata, que afecta a una gran parte de los hombres mayores de 40 años.
Se estima que el cáncer de próstata es uno de los más comunes en los hombres a nivel mundial. Su prevalencia está dada por factores tan diversos como la edad, la genética y la raza, entre otros.
La próstata es una pequeña glándula, con una forma que asemeja a una nuez, encargada de producir el líquido seminal que nutre y transporta los espermatozoides. Es uno de los tipos más comunes de cáncer en hombres, pero a menudo crece lentamente y puede no causar síntomas durante muchos años.
En etapas iniciales, el cáncer en este órgano puede no causar síntomas, lo que es riesgoso porque puede hacerse evidente recién cuando está en una etapa avanzada o diseminarse por el organismo silenciosamente.
Cómo con todo cáncer, aún no existe un método de prevención completamente efectivo. Por lo mismo es que aplica la recomendación general de llevar una vida sana, tales como hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta balanceada que incluya una variedad de frutas y verduras, reducir ciertos vicios como el tabaco y el alcohol y acudir a controles periódicos con un especialista. También, se estima que una dieta alta en grasas, especialmente aquellas de origen animal, puede aumentar el riesgo de su aparición.
Con ello dicho, un método que sí ha funcionado en combatir el cáncer es la detección temprana.
Por ello es tan importante que la población masculina esté atenta a su prevención, comenta el doctor Sebastián Badilla, urólogo de Clínica Tarapacá: “El primer paso del chequeo es simple y consiste en la realización de la prueba Antígeno Prostático como parte de los exámenes regulares de sangre que solicita cualquier médico en un control de rutina, y debe incluirse en la medida de que los hombres van envejeciendo”, sostiene, añadiendo que, “como en la mayoría de los cánceres, una detección precoz y un tratamiento oportuno son fundamentales para mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente”.
El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, terapia hormonal o vigilancia activa, considerando que en muchas ocasiones se trata de un tumor de lento crecimiento. Todo dependerá del tipo de cáncer y su grado de avance, explica el especialista.
Se estima que sobre los cincuenta años de edad debe ser obligatorio comenzar con los exámenes que permitan detectar precozmente cualquier problema en la próstata. Si es posible hacerlo antes, mucho mejor.
De todas maneras, comenta el doctor, los hombres que presenten factores de riesgo, como antecedentes familiares de esta patología diagnosticados a temprana edad, deben consultar cuando pasan de los cuarenta años de vida. “En general, los hombres no son buenos para ir al médico; pero en este caso no es recomendable esperar a tener síntomas para empezar a controlarse”, comenta.