Con la realización de talleres de pastelería y pintura, personas chilenas y de diferentes países de América Latina, recibieron herramientas para mejorar la economía de sus hogares, y contribuyeron al mejoramiento de un bien de uso público.
Una espectacular fiesta comunitaria celebraron en la plaza «Oscar Bonilla» los vecinos de la “Juan Noé”. Con música, bailes y una exquisita muestra gastronómica, la buena vecindad le puso un broche de oro al trabajo realizado por la Municipalidad de Arica, la Agencia Internacional OIM y los dirigentes de la Junta Vecinal del popular sector poblacional.
El trabajo de integración latinoamericana rindió los frutos esperados, y personas chilenas y de diferentes países de América Latina, celebraron lo aprendido en los talleres de pastelería y pintura que realizaron de forma totalmente gratuita en la Academia Municipal Abierta por la Integración.
«A través de estos talleres de formación y de servicios para la comunidad, buscamos aprovechar las oportunidades que ofrece vivir en la frontera y beneficiar a las familias de Arica», dijo el alcalde Gerardo Espíndola.
«Con estos espacios de formación queremos mejorar la economía de las personas, y entregar beneficios a la comunidad, como ocurrió con el taller de pintura que permitió el mejoramiento de la plaza Oscar Bonilla», destacó Espíndola, quien también puso de relieve el trabajo desarrollado por los equipos de la Dirección de Desarrollo Comunitario y de la Dirección de Prevención y Seguridad Humana de la «Muni» Arica.
Integración cultural
Para el presidente de la Junta Vecinal «Juan Noé», Esteban Inostroza, lo más destacable fue «la oportunidad que tuvimos de reencontrarnos con nuestras raíces y con nuestros vecinos, para promover la integración cultural».
Al igual que el alcalde Espíndola, Inostroza también destacó la recuperación del espacio público y la realización de actividades de integración con la comunidad.
Finalmente, en representación de la Agencia OIM, Francisca Valdivia, dijo que era «maravilloso ver cómo la colaboración entre el gobierno local, una agencia internacional como la OIM y la comunidad, puede crear un círculo virtuoso que fortalece y recupera espacios, aprovechando los conocimientos y herramientas de todos y todas».