Judith Mamani Barrientos
Directora Área de la Salud
Centro de Formación Técnica Santo Tomás Sede Arica
La pandemia no ha pasado, llevamos 2 años muy difíciles donde esta causó estragos en la salud de las personas, tanto en el ámbito físico, como en lo psicológico, económico y social. No es extraño escuchar a un cercano ha tenido dificultades para retomar las actividades presenciales en esta nueva normalidad, puesto que aún existe temor a un posible contagio por las nuevas cepas del virus, aumenta la desconfianza, la inseguridad y se genera un estrés a esta adaptación.
El equipo de salud estuvo siempre presente en este periodo haciendo frente como primera línea y llevando y aportando a la recuperación de la salud de las personas cuando esta se veía dañada por el virus. Hoy este mismo equipo de salud asume otro desafío que es afrontar las secuelas emocionales y sociales que dejo la pandemia, realizando un trabajo en prevención y promoción de la salud mental de la población.
Dentro de este equipo de salud, se destaca la labor que tiene el Técnico en Enfermería de Nivel Superior, que por su rol tiene un contacto más estrecho y directo con las personas, convirtiendo ellos en la primera contención frente a situaciones emocionales que puedan estar afectando a los pacientes. A los técnicos siempre los visualizamos con un rol muy activo dentro del equipo de salud, desde lo procedimental, sin embargo, no se visualiza su trabajo desde el espectro biopsicosocial donde es capaz de ser empático, contener, guiar y educar con el objetivo de entregar una atención integral y así mejorar la salud de la persona, entendiendo que la salud es el completo bienestar Biológico, Psicológico y Social.
Por esta silenciosa pero dedicada y hermosa labor, muchas veces ingrata, queremos hacer un reconocimiento muy especial a todos los técnicos en enfermería de nivel superior, que día a día dan lo mejor de sí, sobresaliendo su vocación de servicio por sobre las adversidades.