Opinión

Columna “Las juventudes y su rol en la erradicación de violencia de género”

Lorena Ríos Echiburú, directora regional SernamEG

Hace unas semanas tuvimos la posibilidad de trasladarnos hacia la localidad de Codpa, en la comuna de Camarones, para compartir una charla de sensibilización en materia de violencia contra las mujeres junto a alumnas u alumnos del liceo.

Una jornada de reflexión e interacción en la que tuvieron la posibilidad de conversar y reflexionar frente a temas como los tipos de violencia, sus manifestaciones y estereotipos de género.

Desde el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG) tenemos una línea de trabajo que es el programa de Prevención en Violencia contra las Mujeres, el que busca anteponerse de forma temprana a la discriminación y violencia de género. La relevancia de abordar a las juventudes radica en que desde temprana edad, están expuestas y expuestos a vivir una situación de violencia.

El año 2021, el Observatorio contra el Acoso Callejero realizó un estudio sobre experiencias de Violencia Sexual en medios de transporte y espacios públicos; el cual arrojó que 8 de cada 10 mujeres han vivido por lo menos un episodio de este tipo en su vida. Es importante dar cuenta que esta problemática sociocultural ocurre en distintos contextos, un ejemplo de aquello es el estudio “Amores Tempranos: Violencia en los Pololeos en Adolescentes y Jóvenes en Chile”, donde establece que 2 de cada 5 jóvenes reconoce que sus parejas quieren saber todo lo que hacen a través de llamadas o mensajes.

El modelo programático, está dirigido a dos grupos etarios – jóvenes, entre 14 y 29 años, y personas adultas que trabajan o se vinculen con ellas/os. Los talleres tienen una duración de 2 a 6 horas pedagógicas donde se abordan temas específicos para la prevención de la violencia de género. En un nivel superior, se encuentra la formación de Monitoras/es Juveniles y de Agentes Preventivos. En el primer caso, son 12 horas pedagógicas para jóvenes de 14 a 29 años y para las personas que se vinculan con jóvenes, ya sea desde sus trabajos o que cumplen el rol de personas cuidadoras, la duración de la capacitación es de 16 horas pedagógicas. Actualmente, la intervención programática se ejecuta en convenio con la Delegación Presidencial Regional de Arica y Parinacota.

En los talleres se conforman procesos socioeducativos que entregan herramientas de aprendizaje a las personas jóvenes; por ejemplo, les instamos a cuestionar las conductas impuestas a mujeres y hombres, en las que generalmente a estas últimas, se les asigna un rol inferior en la sociedad. Justamente esta legitimidad que históricamente se le ha dado a esta inequidad, es parte de lo que sustenta la violencia contra las mujeres. En el tránsito, que como institución realizamos en apoyar a la diversidad de las juventudes es que también se incorpora en las temáticas, junto a los estereotipos de género, una revisión de las diversas identidades de género y la orientación sexual.

Como Servicio, consideramos urgente que no sólo las juventudes contribuyan a este cambio sociocultural; sino también las personas que trabajan o se vinculan con este grupo etario. Por ello, hemos hecho un trabajo sostenido en el tiempo con distintos establecimientos educacionales, centros de formación técnica, universidades, entre otras. La idea es que puedan capacitarse y formarse como Monitoras/es Juveniles o Agentes Preventivos, para que de esta forma conformen comunidades educativas comprometidas con la erradicación de la violencia de género.