Atrás quedó la insalubre techumbre con fecas de palomas, para dar paso al reencuentro de los deportistas con el emblemático recinto municipal.
El inexorable paso del tiempo y las fecas de palomas, esas que caían sobre las cabezas de los basquetbolistas y del público asistente, transformaron alFortín Sotomayor en un espacio feo, triste e insalubre. El desolador panorama se mantuvo durante largos años. Al extremo que la vieja malla de pescar que infructuosamente intentaba frenar la caída del excremento, se había transformado en parte del inventario del histórico recinto deportivo.
Al igual que las fecas de paloma, las críticas llovían fuerte y tupido sobre la maltratada integridad física del Fortín. Y la gente no solo se quejaba de la deteriorada techumbre del recinto, sino también, del pésimo estado en que se encontraban los servicios higiénicos y los camarines del mini estadio inaugurado en 1965.
Justo cuando los espectadores, prácticamente, ya no querían ingresar al Fortín, y solo algunas jugadoras y jugadores de basquetbol estaban dispuestos a esquivar las fecas de palomas, la gestión del alcalde Gerardo Espíndola se propuso cambiar la historia, y el año 2018 comenzó a concretar un sueño que parecía imposible.
Obras son amores
Con una inversión de 120 millones de pesos municipales, la Secretaría Comunal de Planificación puso manos a la obra y cambió la techumbre y las luminarias del recinto. Luego se efectuó la restauración de la cancha, pintado de las paredes y graderías. Luego se cambiaron las cañerías, la grifería y se habilitó un servicio higiénico inclusivo para personas con capacidades diferentes. Y el 27 de diciembre de 2019, antes de la llegada de la pandemia Covid-19, se estrenaron las anheladas obras.
“Ahora viene más gente al Fortín. Antes nadie quería entrar por las fecas de palomas que caían en cualquier momento. Reclamaban los jugadores y los espectadores. En ese tiempo el Fortín corrió el riesgo de ser clausurado”, recuerda el administrador del recinto, Juan Novoa.
“Desde el año 2015 en adelante, se jugaban partidos de básquetbol con poca gente en las graderías. En cambio, en el último campeonato Internacional de Baloncesto Femenino jugado en febrero de 2023, llegaron alrededor de 300 espectadores”, destaca Novoa.
En estos momentos, el renovado Fortín Sotomayor, de lunes a sábado, de 09:00 a 22:00 horas, alberga una cantidad aproximada de 30 partidos semanales. Y en su cancha, en diferentes categorías, juegan equipos de la Asociación de Básquetbol de Arica, Asociación de Básquetbol Seniors, Asociación de Básquetbol Ladies y de la Asociación de Básquetbol de Arica y Parinacota. Sin duda, gracias al municipio, a los basquetbolistas y el emblemático Fortín, les cambió la vida.